domingo, 18 de diciembre de 2011
martes, 13 de diciembre de 2011
¡¡¡Cuidado con el aceite!!!
Varios medios de comunicación colombianos publicaban hace unos días que el veinte por ciento de los lubricantes y aceites para vehículos de ese país son falsificados. La denuncia la hacía pública el presidente de la Asociación Colombiana del Petroleo, Alejandro Martínez, quien consideraba que el total de aceite falsificado alcanzaba entre 8 y 10 millones de galones de aceite.
En su denuncia alertaba a los dueños de los vehículos a verificar el estado del empaque de los lubricantes y de denunciar ante la policía las anomalías que detecten en su aceite.
Puede parecer una noticia puntual de Colombia, que suerte tiene de contar con personas que se preocupan de estos aspectos, pero como todo “las cosas malas parece que pueden ser exportables” a otros países.
El aceite y los lubricantes son un aspecto al que siempre hay que prestarle mucha atención. No se puede olvidar que se trata de productos que entran dentro de las entrañas del motor y que gracias a ellos se alarga la conservación, el funcionamiento, la potencia y el rendimiento de las máquinas, entre otros aspectos.
Un aceite o lubricante adulterado puede hacer mucho daño al motor. Si un lubricante o aceite no realiza su función, toda la maquinaria puede resentirse y acabar con una rotura. Adulterar un aceite o lubricante puede hacerse de muchas formas, de ahí la facilidad de que este tipo de delito pueda hacerse en cualquier parte. Una de ellas, por poner un ejemplo, es introducir productos poco aconsejables que amplían el volumen del aceite pero le restan funcionalidad.
Para evitar sustos posteriores, lo mejor es contar con marcas que estén homologadas y que pasen los controles legales oportunos. Es bueno que el dueño del vehículo compruebe que las latas, envases o bidones de aceites y lubricantes estén cerrados. Es importante también tener plena confianza en el taller donde realizamos el cambio de aceite del vehículo.
En estos tiempos de crisis que vivimos, en el que vigilamos más nuestros gastos y sentimos una mayor atracción hacia lo más barato, es bueno estar atentos para que no nos den gato por liebre y saber que en algunas cosas lo más barato no siempre es lo mejor.
jueves, 1 de diciembre de 2011
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