Muchas dudas pueden asaltarte cuando
estás a punto de comprar una desbrozadora. ¿Cual es la que me conviene?, ¿Qué potencia ha de tener?, ¿Estaré adquiriendo lo que verdaderamente quiero?, ¿Qué mantenimiento necesita?. Estas líneas son para
aclararos algunos aspectos.
Lo primero que hay que tener en cuenta
cuando se quiere comprar una desbrozadora es el uso que se le va a
dar. El mercado y en cualquier establecimiento especializado puede
apreciarse es que hay numerosas desbrozadoras para todo tipo de
terrenos, economías necesidades y usos. Pero las que cada uno de
nosotros necesitamos es muy específica. No es lo mismo una desbrozadora para usos profesionales, que quien la
utiliza de forma esporádica para limpiar pequeñas parcelas. Ni
tampoco el que la necesita para desbrozar 20 ó 30 metros cuadrados un
fin de semana, que el que la usa de forma casi diaria en zonas desiguales durante una
buena temporada.
Ha de quedar muy claro que este tipo de
máquinas sirven para desbrozar zonas de hierbas, pequeños arbustos,
matorrales y maleza. Que para otros usos menos exigentes existen las
rebordeadoras o recortadoras de césped. Si se trata de limpiar de
rastrojos grandes zonas existen aparatos profesionales como
motodesbrozadoras.
La cilindrada que necesitamos va en
función del terreno y del tipo de hierbas que vamos a desbrozar. Si
la utilizamos en superficies relativamente pequeñas, lisas y con
pequeños obstáculos orográficos, será suficiente una desbrozadora
de hasta 30 cc. En el caso de que el terreno sea más irregular y que
el tipo de malezas más resistentes al corte, es aconsejable disponer
de al menos una desbrozadora con motor de 55 cc. Se recomienda
también que si el terreno es muy abrupto, es decir zonas forestales
con muchos desniveles es bueno adquirir una de manillar doble, que
facilitan la estabilidad y son mucho más robustas.
Otro de los aspectos que se ha de tener
en cuenta es la facilidad de arranque. Cuanto mejor sea esta más nos
ayudará en esas pequeñas situaciones que durante las labores de
desbroce ocurren. De la misma forma, es bueno comprobar la
aceleración de las desbrozadora, ya que cuanto mayor sea será más
fácil arrancar la maleza más gruesa.
Lo más importante de una desbrozadora
es como corta la maleza. Por ello hay que analizar el sistema de
corte que tiene, la agilidad en adquirir las piezas de repuesto y los
discos e hilo de corte.
Los arneses y sujeciones son también
una parte importante de la desbrozadora. Comprobar la comodidad,
agarre y buena colocación, es a largo plazo muy beneficioso para el
que la utiliza. Le ayudará mucho a reducir el cansancio de la tarea
y le evitará molestias posteriores en brazos, hombros y espalda.
Los especialistas recomiendan que el
manillar debe de estar en ángulo con respecto al tubo de
transmisión, lo que evita que la espalda soporte las cargas
desiguales.
En este sentido es bueno también
comprobar el peso de la desbrozadora, ya que cuanto más ligera, más
fácil es de llevar, y si dispone de sistema antivibraciones.
Es aconsejable tener muy presente
aspectos que pueden parecer pequeñeces pero que llegan a ser
relevantes durante las labores de desbroce. Una de ellas es el ruido.
Es cierto que las grandes marcas se han preocupado de este asunto,
pero en otras del mercado comprobar el tipo de sonoridad es
importante para no llevarse después sustos.
Un último consejo es comprobar los
accesorios que tienen o pueden tener la desbrozadora elegida,
principalmente en el equipo de corte. Esto nos indicará el grado de
versatilidad de la máquina para realizar diferentes tareas, que
pueden ser o no interesantes para nuestra labor.
A modo de resumen
1.- Hay que tener muy claro cual es la
potencia que necesitamos.
2.- Comprobar la fiablidad del sistema
de corte.
3.- Asegurarse que tiene buenos arneses
y sistemas de sujeción y antivibraciones.
4.- Probar si tiene una buena
estabilidad y ayuda a paliar los esfuerzos en hombro, brazos y
espalda.
5.- Analizar su sonoridad y peso.
6.- Estudiar sus accesorios para ver el
grado de versatilidad de la máquina.