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miércoles, 28 de agosto de 2013

ALMENDRA: CARACTERÍSTICAS Y CURIOSIDADES


Si hablamos de Ferragnes, Tuono o Nonpareil pocos saben de que estamos hablando. Pero si decimos Largueta, Marcona o Planeta, la cosa cambia. En España se cultivan en torno a un centenar de variedades distintas de almendras. Pero sólo unas pocas se comercializan a gran escala.
Hablar de España y de almendra es hacerlo de algo importante. España es el segundo país en producción de este fruto, después de Estados Unidos, y las exportaciones suponen más del 55 por ciento del total.
La producción de almendra se remonta a la antigüedad. De origen árabe, los historiadores consideran que fue introducido en España por los fenicios. En tiempo de los romanos ya gozaba la producción de almendra española de gran prestigio y desde entonces ha tenido una relevante importancia económica, gastronómica e industrial.
El almendro se caracteriza por ser un árbol muy robusto. Gracias a ello, tolera con bastante tranquilidad las variaciones climatológicas de inviernos húmedos y veranos muy cálidos del área mediterránea. Es junto al olivo, los dos árboles que más se cultivan para producción industrial en la zona. La vida de los almendros en condiciones normales se estima entre 60 y 80 años.
Las regiones españolas que más producen almendras son Andalucía, Cataluña, Aragón, Valencia, Baleares y Murcia. En el resto, salvo pequeñas zonas de Extremadura, Castilla, su producción podríamos considerarla testimonial.
Las variedades que más se comercializan son la Largueta, Marcona (considerada la de mayor calidad) y Planeta. Estas tres son consideradas botánicamente puras y nativas de España. En menor grado se comercializa las denominadas Comunas o Valencia y Mallorca, que aunque botánicamente no se consideran como variedad si son un conglomerado que se producen con éxito en esas dos zonas geográficas.
La mayoría de los almendros se cultivan en secano, aunque su respuesta al regadío es muy buena, llegando  a doblar la producción. Se calcula que en riego por goteo se necesita un consumo medio de 3.000 m3 por hectárea para conseguir una buena producción. Un consumo que se dispara en el periodo entre la formación de la almendra y cuando alcanza su tamaño definitivo. Un buen regadío o riego normal en tiempo de recolección favorece el desprendimiento de la corteza de la almendra.
La temporada de recolección de la almendra cambia en función de la variedad. Las más tempranas se recogen a finales de agosto y las últimas con la llegada de los fuertes fríos. La recolección se ha de realizar cuando la corteza verde de la almendra se abre, y ha de hacerse antes de que caiga el fruto al suelo. Si por algún momento se ha recogido demasiado pronto, en algunas variedades es bueno ponerlas al sol para permitir que se sequen y pierdan el exceso de humedad.
La salida comercial de la almendra es cada vez mayor en la industria alimentaria. Cada vez más, es ingrediente indispensable en nuevos productos, gracias a sus propiedades. La almendra es rica en calcio, ayuda a reducir el colesterol, se utiliza para elaborar leche para celíacos, y contiene importante cantidad de vitamina E. Desde hace unos pocos años, la almendra es utilizada también por empresas cosméticas para la elaboración de pomadas y cremas reparadoras. A nadie se le escapa que es fundamental en la elaboración de turrones y mazapán.  

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